08 marzo 2016

Nuestra boda- Ceremonia

¡Hola!
Os prometí que os iba a seguir contando cosas de la boda, y aquí van más detalles sobre la iglesia y la ceremonia. El primer post lo habéis leído miles de personas, así que me alegro mucho de que os haya gustado y espero que éste no sea menos ;) 
Después de contaros todos los detalles sobre cómo íbamos vestidos y cómo nos pusimos guapos para el gran día, toca hablaros de la ceremonia, que a veces nos olvidamos de que es la parte más importante de una boda y también necesita mucha preparación.
Como os comenté, la celebración fue en nuestra finca y habíamos elegido la Iglesia de Belmonte de Tajo para casarnos. Es un pueblo pequeño y más o menos de fácil acceso. 

Llegada a la Iglesia:
Tenemos la suerte de que mi padre tiene una ganadería y varios coches de caballos. Por lo que para mí, llegar a la iglesia en uno de ellos era una cosa que me hacía muchísima ilusión desde pequeña (y a él también). Lo tuvimos claro desde el principio y disfrutamos muchísimo con la preparación de los caballos, coches, etc...
De la finca al pueblo se tardan como unos 10 minutos en coche normal, pero en coche de caballos bastante más. Así que yo fui en coche normal hasta una "granja" escondida que había en el pueblo, y me cambié al coche de caballos rodeada de gallinas. Fue de todo menos glamouroso, pero era la única opción para que no me viera nadie... jejeje.
Para la llegada, mi padre y yo habíamos planeado ir en un carruaje cerrado (modelo coupé) , ya que Alejandro y los invitados me iban a ver entrar en la plaza, y no quería que se me viera el traje antes de tiempo.
La iglesia está situada justo encima de la plaza del pueblo, por lo que todo el mundo me vio llegar desde arriba de la escalinata que da acceso a la iglesia. Fue precioso y recuerdo que ahí es cuando me puse nerviosa. 
Hasta entonces había estado muy tranquila y pasándomelo fenomenal, pero fue ver a Alejandro y a toda la gente esperándome y pensé:¡ Ay, qué me caso!
Cuando el coche se paró, la gente ya fue indicada a entrar en la iglesia para que yo pudiera bajarme. Con la ayuda de mi padre y mis hermanas, me bajé con cuidado (estos coches son muy altos y con la puerta estrecha para un vestido de novia, jeje) y me dirigí a la iglesia.
Entrada y coro:
Mientras tanto, Alejandro hacía la entrada con su madre y la canción de Master and Commander, versionada por Grupo Alborada.
Grupo Alborada fue nuestra elección para el coro, ya que tocan versiones preciosas y tienen mucha variedad de instrumentos para que tú formes tu propio coro con tus preferidos (aquí podéis ver todo el repertorio de canciones para boda religiosa).
Mi entrada fue con mi canción favorita: Vivo per Lei, también versionada por ellos. Ninguna de las dos canciones que elegimos para entrar eran canciones religiosas, pero la ceremonia todavía no se da por comenzada hasta que la novia llega al altar, por lo que está aceptado por la iglesia. 
He de reconocer que estaba temblando mientras caminaba hacia el altar. En las fotos salgo con la cara desencajada y estuve apunto de llorar cuando vi a Alejandro emocionadísimo al fondo. 
Mi padre me lo notó porque dice que le apreté la mano suuuuuper fuerte y le dije: voy a llorar. Él me conoce muy bien y me dijo para hacerme reír: "¿quieres que nos vayamos? ¡Estamos a tiempo!" Yo me partí de risa y eso evitó la lagrimilla. ¡Gracias papi! :D
Ceremonia y preparación:
La ceremonia fue preciosa y muy personal porque nos casó el cura que nos preparó para el matrimonio, por lo que nos conocía bien. 
Hicimos el curso de novios en Schoenstatt, y para nosotros fue lo mejor de los preparativos. Se trata de un cursillo que dura 3 meses y del que aprendimos muchísimo. 
Desde entonces, siempre recomendamos a todas las parejas que lo hagan (incluso si todavía no tenéis planes de boda). Es cierto que una boda necesita mucha preparación, pero... ¿quién nos prepara para el matrimonio? A mí me da mucha rabia las parejas que se toman el cursillo como un simple papeleo de un par de horas para que el cura les deje casarse. No debería ser así porque es de los pasos más importantes de una vida y mucha gente no es consciente. 
Creo que, si de verdad esperas respetar a tu pareja para siempre, aprender a convivir con ella y valorar lo importante, deja que alguien te aconseje, por mucho que pienses que sabes y controlas todo a día de hoy. 
Hay que invertir tiempo en estudiar una carrera, ¿verdad? Pues para que un matrimonio funcione, también hay que dedicarle tiempo porque tras lo bonito de la boda, eso es lo que queda. Es un consejo que os doy a los futuros novios, nosotros entendimos y aprendimos muchas cosas del otro gracias a esos meses. Así que, para los que estéis interesados, este es el link del de Pozuelo, pero también lo hacen en la C/ Serrano: curso de novios Shoenstatt :)

Decoración:
La iglesia era de piedra de colmenar en tonos grises/beige y todo muy clarito, con muchísima luz. Por lo que la decoración queríamos que fuera en esos tonos y no muy recargada. Para ello forramos los reclinatorios de color beige y pusimos una plataforma forrada en color tierra para subirnos nosotros y que se nos viera bien desde las filas de detrás. A eso añadimos unos  cestos con flores campestres y olivos pequeños a los lados del retablo, altar y a la salida. Quedó precioso, sencillo pero muy acorde con nuestra personalidad y con el resto de la decoración de la boda.
Para la decoración contamos con la ayuda de Claudia, de A-Típica y las flores nos las puso Floreale.
Como "damitas de honor" llevé a mi sobrina Julieta y a mi ahijada Blanca. Blanca es bastante alta, por lo que ella entró detrás mío para no taparme y era quien me ayudó a colocar mi cola y mantilla. Ambas llevaban un vestidito de lino con encaje en la parte de abajo y un lacito de raso del mismo color que mis zapatos. Lo combinamos con alpargatas beige de tiras, un canotier y cestitos de paja donde llevaban los anillos y las arras. ¡Iban bonísimas!
Salida:
Tras la ceremonia, salimos con la Marcha nupcial de Mendelssohn (pelos de punta cada vez que la escucho...) y nos subimos de nuevo en el coche de caballos. Esta vez era mi favorito, una carretela preciosa blanca con cuatro caballos, en la que soñaba subirme desde pequeña. ¡Estaba feliz con mi recién estrenado marido!
Nos siguieron en otros carruajes mis padres, mis suegros y mis hermanas.
Esta vez hicimos todo el recorrido hasta la casa, porque paramos en medio de la finca a hacernos nuestra sesión de fotos de novios. 
Sesión de fotos:
Eran más o menos las 20.30h del 13 de Junio y se estaba empezando a poner el sol, por lo que la luz era realmente preciosa. El campo estaba lleno de espigas y nos quedaron unas fotos perfectas  gracias a Liven. Pero sí, tengo que reconocer que las espigas se clavan, se me rompieron las medias por mil lados y los zapatos se me llenaron de pinchitos... Aún así, el resultado mereció muchísimo la pena, jejeje.
Estuvimos como media hora haciéndonos fotos. Es algo que también recomiendo hacer a los novios. Cuando sales de la iglesia, tienes unas ganas enormes de que empiece la cena y la fiesta, pero en realidad, no pasas apenas tiempo con tu pareja, por lo que éste momento de las fotos de novios son los únicos 30 minutos en los que vas a disfrutar de él/ella. Los invitados van a esperar a los recién casados lo que haga falta, tomándose una copita y hablando en el cocktail. Así que tomaos vuestro tiempo, dad un paseo, hablad de cómo os sentís y saldrán fotos bonitas para el recuerdo, ya que es cuando más relajados vais a estar.
Después de eso llegamos a la casa donde nos estaban esperando todos los invitados... Pero eso en el siguiente y último post ;)
No pretendía hablar tanto, pero no quiero que se me olvide nada... ¡Espero que os haya gustado y FELIZ DÍA DE LA MUJER! 
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